Las imágenes médicas digitales son una parte importante del proceso de diagnóstico moderno. Ya sean rayos X, tomografías computarizadas, resonancias magnéticas o máquinas de ultrasonido, hoy en día todos producen imágenes DICOM, para que los médicos puedan verlas en la pantalla en cualquier momento. Pero la realidad no es tan halagüeña…
Incompatibilidad de formatos
En la atención sanitaria actual, las imágenes médicas tienen un papel cada vez más importante a la hora de diagnosticar la condición de un paciente. Los sistemas se han vuelto tan avanzados y tienen tan buena resolución que los diagnósticos se realizan con más certeza que nunca. Pero, a diferencia de las imágenes “de antaño” (donde “viejo” significa hace sólo un par de años), hoy en día la mayoría de los dispositivos de imágenes médicas generan archivos digitales, en lugar de tener que revelar películas o similares.
Además de eso, la mayoría de ellos no generan sólo imágenes estáticas, sino también archivos de vídeo. Para estas imágenes existe el formato DICOM (Digital Imaging and Communications in Medicine) que es un protocolo estándar para la gestión y transmisión de imágenes médicas y datos relacionados. De hecho, DICOM también admite varios formatos de vídeo, así como imágenes multicuadro, como las de las tomografías computarizadas. Sin embargo, aquí es donde surgen los problemas. La mayoría de los proveedores tienen una interpretación particular de sus formatos de imagen, con el fin de limitar el hospital a esa marca en particular, evitando demasiada compatibilidad con el resto de los proveedores competidores.
El escenario resultante es uno en el que el profesional médico no siempre puede utilizar un PACS (Sistema de comunicación y archivo de imágenes) para acceder a las imágenes desde su consultorio, sino que tiene que ir físicamente a la máquina en cuestión que tomó las imágenes y observarlas. allá. El hecho de que DICOM no utilice compresión en las imágenes para evitar artefactos (que podrían inducir a error al médico o radiólogo) es una de las razones. Esto también se intensifica durante la grabación de vídeo, ya que estos archivos son tan grandes que normalmente no pueden transmitirse a través de la red del hospital de forma eficiente. De ahí que el médico tenga que acercarse a la máquina y ver el vídeo de exploración in situ. Y esto está lejos de ser ideal.
Dispersión de la información
Esta situación lleva a perder una enorme cantidad de tiempo al realizar un diagnóstico sencillo, especialmente si el hospital es grande. Si multiplica esto por todos los pacientes a los que se les realizan imágenes y los médicos que tienen que correr por el hospital para recopilar toda la información que necesitan para hacer un diagnóstico preciso, es fácil ver que esta dispersión de información no es solo cuesta tiempo, pero también dinero. Y que la calidad de la atención médica se ve muy afectada.
La solución para imágenes DICOM suele ser el ya mencionado PACS, al que se puede acceder desde cualquier ordenador del hospital (o fuera de él, dependiendo de las normas de seguridad que se apliquen). Pero la mayoría de los PACS no admiten vídeo directamente, por diversas razones, la principal de las cuales es el tamaño del archivo y los diferentes formatos. Por lo tanto, la dispersión de información continúa, porque algunos datos están en el HIS (datos del paciente), otros en el PACS (imágenes estáticas) y otros en máquinas individuales (vídeo médico).
Imágenes y vídeo en el PACS
Pero hay una solución para esto: agregar un PACS de video secundario puede resolver el problema de ver videos médicos directamente desde el consultorio del médico, sin tener que cambiar el hardware o software en el hospital. Solo necesita agregar el PACS de video secundario, que se integra con el PACS actual y, como veremos en un momento, también con el HIS. Videomed PACS es un PACS de vídeo secundario.
Lo que hace el PACS secundario es recopilar todo el vídeo de las máquinas mediante conexión directa a la red y almacenarlo de forma centralizada. Luego se unifican todos los formatos en uno solo, normalmente un MP4 de alta calidad. Luego, este archivo proxy se puede ver con facilidad y necesitando un ancho de banda de red bajo, desde cualquier lugar del hospital, simplemente conectándose al PACS. Si el médico o cirujano necesita ver el archivo original, esto también es posible a través de una conexión de red de alta velocidad pero, en lugar de involucrar al PACS, que puede ser utilizado por todo el hospital constantemente, el video lo proporciona el PACS secundario. , tomando carga del PACS principal.
Además de esto, el sistema anonimiza todos los datos del paciente por razones de privacidad y cumplimiento, por lo que nunca sale del HIS o del PACS principal. Y es posible especificar periodos de retención de los vídeos (debido al espacio que ocupan en el sistema), para que al cabo de un tiempo se conviertan en copias de menor resolución. Esto permite un almacenamiento eficiente y mantiene el sistema ordenado sin perder información.
Y además, plataformas como Videomed PACS hacen uso de analizadores de inteligencia artificial para catalogar los vídeos de forma automática, ayudando a acelerar aún más el proceso, poniéndolo todo en su lugar sin intervención humana. Y, como veremos en la parte II de esta serie, también puede integrar analizadores de IA de diagnóstico, brindando aún más ayuda a los radiólogos o cirujanos, quienes pueden confiar en una “segunda opinión” del sistema de IA.
El centro de mando único: el HIS
El uso de un PACS secundario tiene otra ventaja: se puede integrar directamente con el HIS, por lo que toda la información se puede recuperar junto con el resto del registro del paciente. De hecho, con este sistema, puede integrar clips de vídeos de diagnóstico importantes directamente en el HIS. El visor integrado obtiene los datos del PACS secundario de manera transparente, pero todos se ven dentro del HIS, que es el punto central para los médicos, por lo que toda la información está en una pantalla, lo que ayuda a realizar diagnósticos mejores y más rápidos. De esta manera, el profesional médico no tiene que recorrer el hospital para reunir todo lo que necesita para un solo paciente y puede trabajar de manera mucho más eficiente.
Conclusión
Para evitar la dispersión de vídeos médicos en un hospital o clínica, un PACS de vídeo secundario es la mejor solución, ya que proporciona integración con el PACS normal, así como con el Sistema de información hospitalaria, para que los médicos puedan obtener toda la información de diagnóstico que necesitan en un lugar, todo a la vez, y puede trabajar de manera más eficiente, con todos los datos a mano.
En nuestro próximo artículo de esta serie de tres, hablaremos sobre cómo los diagnósticos de IA ayudan a los médicos y cirujanos a realizar diagnósticos mejores y más rápidos. Concluiremos la serie con una mirada a las grabaciones quirúrgicas y cómo se pueden utilizar no sólo para formar médicos y enfermeras, sino también para otros fines.