Aunque la IA ha revolucionado muchos aspectos de nuestra vida, hay ciertas tareas que sólo pueden ser realizadas por un experto en archivos. Descubre por qué la labor de un archivista nunca será reemplazada del todo por una máquina.


¿Gestión de documentos mediante IA?

La gestión de archivos y documentos es una tarea vital en cualquier organización. En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha demostrado ser una herramienta útil para la gestión de archivos, permitiendo la automatización de muchas tareas y la gestión eficiente de grandes volúmenes de información. Sin embargo, a pesar de las ventajas que ofrece, nunca podrá sustituir completamente la labor de un archivista.

Estos son expertos en la gestión de documentos y archivos. Su labor consiste en organizar y clasificar la información de forma eficiente, garantizando que los documentos estén accesibles y disponibles para su uso cuando sea necesario. Aunque la IA puede ayudar en muchas de estas tareas, la labor del archivista va más allá de las capacidades del sistema virtual.

Los archivistas también son expertos en la historia, la cultura y las prácticas de la organización. Entienden el contexto y la importancia de los documentos, lo que les permite tomar decisiones apropiadas sobre la clasificación, almacenamiento y preservación de la información. Además, los archivistas pueden proporcionar asesoramiento y orientación a otros miembros de la organización sobre el uso y manejo de los documentos, lo que ayuda a garantizar la integridad y la precisión de la información.


¿De qué no es capaz la IA?

Aunque la IA puede ser muy útil en la gestión de archivos y documentos, tiene limitaciones significativas. Por ejemplo, puede clasificar y organizar los documentos según criterios predefinidos, pero no puede tomar decisiones contextuales basadas en el conocimiento experto sobre la organización. La IA también puede tener dificultades para reconocer y clasificar documentos específicos o únicos, lo que puede ser un problema para los archivos históricos.

Otra limitación importante es su capacidad para trabajar con documentos en diferentes formatos y lenguas. Aunque las IA han mejorado significativamente en la comprensión y procesamiento de diferentes lenguas, todavía hay muchas barreras que superar. Los archivistas, por otro lado, son expertos en la interpretación y el análisis de documentos en diferentes idiomas, lo que les permite comprender el contexto y la importancia de la información contenida en ellos.

Luego está la necesidad de preservar los documentos a largo plazo. A medida que los formatos de archivos cambian con el tiempo, es importante que los documentos se conviertan a formatos que sean compatibles con los sistemas actuales. Además, es importante garantizar que los documentos estén almacenados en condiciones adecuadas para garantizar su preservación a largo plazo. Un archivista tiene el conocimiento y la experiencia necesarios para garantizar que los documentos se preserven adecuadamente, algo que la IA no puede hacer por sí sola a día de hoy.

En resumen, aunque la IA puede ser una herramienta valiosa para la gestión de archivos y documentos, nunca podrá reemplazar completamente la labor de un archivista. Los archivistas son expertos en la gestión de documentos y archivos, y su conocimiento y experiencia son esenciales para garantizar que los documentos estén organizados, accesibles y preservados a largo plazo.

Por ahora, la IA no puede reemplazar la importancia de un archivista en la gestión de documentos y archivos.